Cita textual (40 palabras o más)
En el paradigma cualitativo no es posible desvincular como piensa, o
actúa, el individuo con relación a su
realidad, el contexto en el cual se desenvuelve, que finalmente el investigador
es ahí donde pondrá el énfasis de sus estudios, en conocer cómo la persona
forma parte de esa realidad, para vincular el papel que juega la escuela para
mantener la estructura social. Es importante el sujeto, pero el contexto
también. Esto es, tomando como referencia la investigación participativa que se
identifica con la propuesta educativa de Freire, Loredo (1997: 58) plantea:
La opción –educación liberadora-, y por tanto, transformadora surge de
la investigación temática como una manera de conocer el contexto social donde se
realiza la acción pedagógica: esto implica el conocimiento sobre la vida
productiva y comunitaria, las relaciones, comportamientos y valores de la
comunidad que va a ser concientizada y liberada.
Hemos expuesto de manera concisa las diferencias que, creemos, son
elementales de cada uno de los paradigmas. Y que a lo largo de varias décadas
han permeado en la investigación educativa. Pensamos de manera personal, que la
gran mayoría de los investigadores en este rubro han pasado de lo cuantitativo
a lo cualitativo, y en muchos de los casos han realizado combinaciones en sus
investigaciones que son cuanti-cualitativas. La investigación positivista aún
hasta nuestros días sigue influyendo en una gran cantidad de investigaciones,
en donde consideran que los sujetos son totalmente observables y sus acciones
cuantificables a través de técnicas e instrumentos de medición.
Cita textual (menos de 40 palabras)
El otro punto importante ha desarrollar, es sobre nuestro proyecto; el
cual se centra en el diseño de un curso de Español I como segunda lengua para
un Centro de Autoacceso, para su aplicación en multimedia. Como fundamento
teórico se han tomado como referencia los estudios sobre la adquisición de la
lengua materna para observar y analizar cómo se lleva a cabo el proceso de
aprendizaje de una segunda lengua y llegar a las preguntas metodológicas que
permitan desarrollar este segundo aprendizaje de la manera más cercana a como
ocurriría en un ambiente real o natural. Es decir, en palabras de Larsen-Freeman
(1994: 139) “Además de variar el objeto de estudio pasando de la enseñanza al
aprendizaje, se expresó la necesidad de llegar a entender el proceso de
adquisición en su estado natural”.
La perspectiva actual de la enseñanza de lenguas nos
lleva a no olvidar que el aprendizaje de una L2 es un proceso en el que el
alumno va creando su interlengua, es decir, su nivel de competencia en lengua
extranjera (LE) y que se forma de etapas de interiorización simultánea de
reglas de la lengua meta y del uso sistemático que se hace de esas reglas. Esto
hace que existan formas de aprendizaje individuales, particulares, a los cuales
hay que estar atento para saberlas encauzar y enriquecer. De aquí se desprende
la autonomía en el aprendizaje del alumno, donde poco a poco se irá
responsabilizando de su proceso de aprendizaje. Esto es lo que en los últimos
años se persigue como propuesta metodológica en la enseñanza de lenguas: que el
alumno sea autosuficiente al llevar a cabo tareas o proyectos que le permitan
practicar las cuatro destrezas: oír, hablar, leer y escribir.
Cita ideológica.
Ø Pero
a pesar de la importancia de la lectura, todavía hay mucha gente que no sabe
leer ni escribir. Solamente en el estado español, según cita Solé (1992), los
escandalosos índices de analfabetismo […] y de analfabetismo funcional […]
deberían avergonzarnos, si –como se pretende- vivimos en una sociedad moderna,
igualitaria y democrática. ¡Y ya no digamos lo que ocurre en otras sociedades,
en las del llamado Tercer Mundo!
Ø El
concepto de competencia comunicativa fue propuesto por el etnógrafo Hymes (1979),
para explicar que se necesita otro tipo de conocimientos, aparte de la
gramática, para poder usar el lenguaje con propiedad. Hay que saber qué
registro conviene utilizar en cada situación, qué hay que decir, qué temas son
apropiados, cuáles son el momento, el lugar y los interlocutores adecuados, las
rutinas comunicativas, etc. Así, la competencia comunicativa es la capacidad de
usar el lenguaje apropiadamente en las diversas situaciones sociales que se nos
presentan cada día.
Ø No
podríamos acabar el capítulo sin hacer referencia a la adquisición y el
desarrollo del lenguaje en familias bilingües. Swain (1976, citado por Artigal,
1989) considera que, desde un punto de vista psicológico la distinción
bilingüe/monolingüe no tiene ninguna importancia y que el bilingüismo debe ser
tratado como una muestra obvia de la habilidad humana general que permite
almacenar y cambiar de un de un código a otro.
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