2 de mayo de 2012

Ejemplo de citas.


Cita textual (40 palabras o más)

En el paradigma cualitativo no es posible desvincular como piensa, o actúa,  el individuo con relación a su realidad, el contexto en el cual se desenvuelve, que finalmente el investigador es ahí donde pondrá el énfasis de sus estudios, en conocer cómo la persona forma parte de esa realidad, para vincular el papel que juega la escuela para mantener la estructura social. Es importante el sujeto, pero el contexto también. Esto es, tomando como referencia la investigación participativa que se identifica con la propuesta educativa de Freire, Loredo (1997: 58) plantea:

La opción –educación liberadora-, y por tanto, transformadora surge de la investigación temática como una manera de conocer el contexto social donde se realiza la acción pedagógica: esto implica el conocimiento sobre la vida productiva y comunitaria, las relaciones, comportamientos y valores de la comunidad que va a ser concientizada y liberada.

Hemos expuesto de manera concisa las diferencias que, creemos, son elementales de cada uno de los paradigmas. Y que a lo largo de varias décadas han permeado en la investigación educativa. Pensamos de manera personal, que la gran mayoría de los investigadores en este rubro han pasado de lo cuantitativo a lo cualitativo, y en muchos de los casos han realizado combinaciones en sus investigaciones que son cuanti-cualitativas. La investigación positivista aún hasta nuestros días sigue influyendo en una gran cantidad de investigaciones, en donde consideran que los sujetos son totalmente observables y sus acciones cuantificables a través de técnicas e instrumentos de medición.

Cita textual (menos de 40 palabras)

El otro punto importante ha desarrollar, es sobre nuestro proyecto; el cual se centra en el diseño de un curso de Español I como segunda lengua para un Centro de Autoacceso, para su aplicación en multimedia. Como fundamento teórico se han tomado como referencia los estudios sobre la adquisición de la lengua materna para observar y analizar cómo se lleva a cabo el proceso de aprendizaje de una segunda lengua y llegar a las preguntas metodológicas que permitan desarrollar este segundo aprendizaje de la manera más cercana a como ocurriría en un ambiente real o natural. Es decir, en palabras de Larsen-Freeman (1994: 139) “Además de variar el objeto de estudio pasando de la enseñanza al aprendizaje, se expresó la necesidad de llegar a entender el proceso de adquisición en su estado natural”.

La perspectiva actual de la enseñanza de lenguas nos lleva a no olvidar que el aprendizaje de una L2 es un proceso en el que el alumno va creando su interlengua, es decir, su nivel de competencia en lengua extranjera (LE) y que se forma de etapas de interiorización simultánea de reglas de la lengua meta y del uso sistemático que se hace de esas reglas. Esto hace que existan formas de aprendizaje individuales, particulares, a los cuales hay que estar atento para saberlas encauzar y enriquecer. De aquí se desprende la autonomía en el aprendizaje del alumno, donde poco a poco se irá responsabilizando de su proceso de aprendizaje. Esto es lo que en los últimos años se persigue como propuesta metodológica en la enseñanza de lenguas: que el alumno sea autosuficiente al llevar a cabo tareas o proyectos que le permitan practicar las cuatro destrezas: oír, hablar, leer y escribir.


Cita ideológica.

Ø  Pero a pesar de la importancia de la lectura, todavía hay mucha gente que no sabe leer ni escribir. Solamente en el estado español, según cita Solé (1992), los escandalosos índices de analfabetismo […] y de analfabetismo funcional […] deberían avergonzarnos, si –como se pretende- vivimos en una sociedad moderna, igualitaria y democrática. ¡Y ya no digamos lo que ocurre en otras sociedades, en las del llamado Tercer Mundo!

Ø  El concepto de competencia comunicativa fue propuesto por el etnógrafo Hymes (1979), para explicar que se necesita otro tipo de conocimientos, aparte de la gramática, para poder usar el lenguaje con propiedad. Hay que saber qué registro conviene utilizar en cada situación, qué hay que decir, qué temas son apropiados, cuáles son el momento, el lugar y los interlocutores adecuados, las rutinas comunicativas, etc. Así, la competencia comunicativa es la capacidad de usar el lenguaje apropiadamente en las diversas situaciones sociales que se nos presentan cada día.

Ø  No podríamos acabar el capítulo sin hacer referencia a la adquisición y el desarrollo del lenguaje en familias bilingües. Swain (1976, citado por Artigal, 1989) considera que, desde un punto de vista psicológico la distinción bilingüe/monolingüe no tiene ninguna importancia y que el bilingüismo debe ser tratado como una muestra obvia de la habilidad humana general que permite almacenar y cambiar de un de un código a otro.



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